2 noches dan para mucho en Oporto. Disfrutar del ambiente de la Ribeira, un paseo en barco por el Duero o tomar algo en una de sus cafeterías más conocidas .❤️
Junio 2024
Es martes 4 de Junio y el sol se esconde entre las nubes mientras aterrizamos. Pero una vez en el aeropuerto, las nubes desaparecen y nos dejan unas horas de luz antes de que anochezca. El cambio de hora nos regala un tiempo que nos da la vida esta primera tarde en la ciudad. Son las 7 de la tarde, decidimos correr un poco y coger un taxi que nos deje en la puerta del hotel, ganándole tiempo al atardecer. ¡¡Y qué acierto!!
Llegamos al Hotel, situado en la Ribeira, sobre las 8 de la tarde. Dejamos todo en la habitación y salimos para ver como el sol tiñe de amarillo todos los edificios de Gaia en la otra orilla del Duero.
Ha merecido la pena 100% el correr un poco, coger el taxi y sobre todo la localización del hotel. Que nos permite disfrutar del primer atardecer del viaje, nada mas aterrizar.
Un color dorado y las gaviotas se hacen dueñas de la ciudad ❤️
Se esconde el sol y gana protagonismo el sonido de la música en directo que se escucha desde cada rincón de Oporto. Subimos desde la Ribeira hacia la Rua das Flores siguiendo ese mismo sonido, donde nos encontramos con una plaza llena de terrazas, gente y música en directo de distintos artistas que se van turnando para tocar.
Seguimos pateando la ciudad mientras el cielo se vuelve de color naranja 😍.
Día 2
Es nuestra primera mañana en la ciudad y nos despertamos enamorados de la música, la luz, el ambiente…. que vivimos la noche anterior. Aprovechamos para desayunar en el hotel y salir temprano a conocer la ciudad de día.
Nos alojamos en el Hotel Carrís – Porto Ribeira. En plena Ribeira, una localización inmejorable para poder patearnos toda la ciudad y terminar el día en las terrazas de la orilla del Duero.
Aprovechamos las primeras horas del día para pasear por las orillas vacías de la Ribeira sin aglomeraciones, con terrazas vacías y escuchando solamente el sonido del rio y las gaviotas.
La primera parada, la estación São Bento.
Fuimos paseando hacia la Livraria Lello, pasando por la Praça da Liberdade.
Compramos el pase exprés para evitar las colas que se forman en el exterior. Pero ese pase no te libra de la aglomeración que te encuentras dentro 🤣 (Reservamos la hora de las 11:00)
Justo al lado de la librería, encontramos en una misma plaza la iglesa del Carmen y la universidad de Oporto. Desde donde podemos ver la Torre de los Clérigos.
En línea recta, sin tener que callejear, llegamos a la Iglesia de San Ildefonso. (Línea recta, si, pero como todo en Oporto, cuesta abajo y cuesta arriba 😂)
Es medio día y encontramos sitio en la terraza del Café Majestic, aprovechamos la sombra para tomar una cerveza y disfrutar de la cafetería más conocida y más visitada de la ciudad.
A un par de calles del Café Majestic, encontramos el Mercado do Bolhão. Una zona con muchísimos puestos para reponer fuerzas y seguir cononociendo la ciudad.
Fuera del mercado, justo en la puerta principal, nos encontramos con la Manteigaria, Fábrica de Pasteis de Nata. ¡No hace falta decir más! Recién hechos y junto con un café… 🤤 seguimos con el paseo. ♥
Cruzamos el Puente Don Luis I, para visitar Gaia. Donde tenemos una reserva para un crucero por los 6 puentes de Oporto, gestionado por LivingTours.
Un paseo por el Duero de algo menos que una hora, donde te dan información sobre los distintos puentes que cruzan la ciudad y sitios y detalles de interés que irás viendo desde el barco.
Aprovechando que estamos visitando Gaia, nos acercamos a la escultura Half Rabbit, del artista portugués Bordalo II. Una escultura realizada con materiales reciclados.
Nos volvemos a la zona del hotel. Ya solo nos queda sentarnos en una de las terrazas de la Ribeira, pedirnos una cerveza y una limonada con más pinta de mojito y disfrutar de la música en directo. Uno de los mejores momentos del viaje ❤️.
Dia 3
Amanecemos con olor a café. Toca hacer las maletas antes de volver a salir a patear la ciudad.
Un nuevo paseo por la Ribeira, se nota que es jueves y que la ciudad se va llenando de gente desde primera hora del día.
En el paseo de hoy, nos acercamos hasta la Escada dos Guindais. Unas cuantas escaleras después, nos encontramos un unos murales que acompañan las vistas a los distintos puentes de la ciudad.
Una de las visitas obligadas del viaje, era el Cafe Santiago, hay varios por la ciudad, nuestra parada fue en Santiago da Praça. Donde disfrutamos de su conocida Francesinha y Cachorro, que es un perrito caliente al estilo de la Francesinha 🤤. ¡Todo acompañado de patatas!
Y con la tripa llena, bajamos a la Ribeira para un último vistazo a la ciudad antes de volver hacia el aeropuerto.